Y no deja títere con cabeza.
De mis adorados ejemplos de desarrollo y tolerancia sólo se salvan Noruega e Islandia, puesto que Finlandia, Suecia, Dinamarca, Holanda y Canadá tienen sus trapos sucios. Por supuesto, el sucio de esos trapos es una pequeña mancha en comparación con la mugre persistente exhibida por EEUU, Irán, China y Arabia Saudí, entre otros.
El caso de China es especialmente terrorífico, la descripción de las torturas
sobrepasa los límites de lo tolerable para entrar en el gore más macabro.
El caso de Israel es para llorar también, sobre todo cuando ambas partes escalan las hostilidades.
He aquí el reporte para que juzguen ustedes mismos:
http://thereport.amnesty.org/esl/esl/Homepage