Y no, no se parece a Ctulhu.
Ayer, intrigado por un resultado numérico anómalo, una serie de puntos que variaban rápidamente, decidí calcular mi modelo para todos los valores de un parámetro. A la una de la mañana, obtuve el Rostro del Caos, mirándome fijamente y sin parpadear.
Jamás creí que alguna vez uno de mis hijos intelectuales fuese tan hermoso, nunca imaginé que tal belleza saliera (por casualidad, como el burro y la flauta) de mis esfuerzos.
Tuesday, June 10, 2008
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