Sunday, December 09, 2007

Amor de Madre: Lo que de veras importa


...son las orejas y 3 gramos de metal.

Mi madre se avergüenza de mi. No me ha querido llevar a cenar con mi padrastro, ni ha querido que su familia me vea, le da pena. Mi delito no ha sido traficar droga, ni consumirla, ni matar a nadie, ni apoyar vergonzosamente a Chávez o salir en TV diciendo tonterías proyanqui. Mi delito no ha sido pasar años viendo las mismas materias.

¿Mi delito?
Un arete. Zarcillo, piercing. Como le quieran llamar.
No importa que haya sido varias veces de los mejores estudiantes del semestre.
No importa que haya ganado premios nacionales.
No importa que haya ganado premios internacionales.
No importa que haya visitado Google como invitado de parte de la revista científica más prestigiosa del mundo y una editorial de libros de computación que está entre las más confiables y sólidas.
No importa, carajo, que haya recibido a mi hermano y lo haya traído a vivir conmigo mientras se recuperaba de sus heridas de bala, que en parte gracias a mi haya comenzado a estudiar de nuevo, cuando ni mi madre ni mi padre lo podían soportar y lo daban por perdido.
No importa, nada, en lo absoluto, que no bote basura a la calle, que no emborrache, que no deje hijos regados, que no sea un entusiasta apologeta de dioses falsos (todos) que le´s restriegue en la cara lo mundanos e impuros que son (divorciados y casados de nuevo, con un hijo, ¡Horror de horrores!), no importa que no me drogue hasta que se me funda el cerebro y ande por los rincones babeando.

Nada importa.

Lo que importa es que en la oreja tengo un trozo de metal. Eso me hace indigno, aborrecible y fuera de lugar en los círculos familiares.

Gracias, mamá, por demostrarme lo que de verdad importa. No importa que sude el culo y me queme las pestañas, ya sé que lo que importa es un traje, una corbata y un matrimonio por la Iglesia.

5 comments:

Anonymous said...

Guido: todos, irremediablemente, tenemos nuestros lapsus de irracionalidad. Seguro, tu madre se arrepentirá, y comprenderá que eso no es lo importante.

Rosaura - Dua said...

Amor, si no te quisiera tanto te zarandeaba. Sabes lo que importa, y ella también, aparente lo que aparente.
Comoquiera, hay acá una Dua que también piensa que te veías mejor sin el arete, pero que siempre está orgullosa de tí.

Petrus Angelorum said...

Yo por eso me disfrazo de "guacho" (solado con cabello ultracorto) con "tacuche" (traje de dos piezas, o bien, pantalón y blazer); salvo raras ocaciones funciona para que lo crean a uno decente, incluyendo a mi madre.

Vuestra madre tal vez piense en la seguridad de usted, si te ven como maleante os tratarán ídem, y nada es peor que ser confundido con lo que no es.

Dios os guarde. (Aunque te creas anarquista)

Verónica said...

Tu madre no se averguenza de ti.La he escuchado hablar orgullosa de tus logros (con arete o sin arete).Lo que quizás le resulte incongruente, es recordar tu actitud cuando tu hermano se colocó también un arete...

Unknown said...

Saludos.

En efecto,la cosa fue temporal y ya no dice nada, aunque lasprimeras veces me exigía que cuando comíamos junots me sentara a suderecha, para que no viera el arete.

Dua:
Besos, como siempre, corazón.

Petrus: Lo dificulto, en esta ciudad hay mucho "bicho no convencional" suelto. Con arete o sin arete, no es que resalte mucho en Mérida. Y no me creo anarquista. Lo soy. Y el anarquismo poco tiene que ver con la religión.

V3R0: Pues eso fue lo que me dijo esa noche. Textualmente, que le "daba pena" llevarme a casa del hermano de Manuel, mi padrastro (casi mi padre últimamente), aunque al otro día hayamos comido con sus hijas, con quienes hay mucha más confianza.

Y mi actitud con respecto al arete de mi hermano fue de enojo, no por su arete, sino porque me delató el que yo tenía en la tetilla. Eventualmente me lo quité por la presión. La actitud de mi madre respecto al arete de mi hermano tampoco fue muy mesurada, lo ponía al mismo nivel de salir mal en las clases, cosa que evidentemente no favorece que mi hermano se forme prioridades razonables.
Afortunadamente ya se le pasó y es más tolerante tanto con mi hermano como conmigo.